Jesús es la luz que
ilumina a las naciones y también a cada uno de nosotros. Somos iluminados y
estamos llamados a difundir esa luz. Primero ha de iluminar nuestro corazón por
la fe. Pero después también ha de comunicar esa luz mediante las buenas obras y
las palabras que edifican a los demás.
La Oración incluye:
Jornada Mundial de la Vida Consagrada.- “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida
entera de los que se encuentran con Jesús”. La alegría de los
miembros de vida consagrada nace de Dios, que es la fuente de la verdadera
alegría. La alegría en la vida consagrada proviene de la fe, que a su vez
proviene de la acogida de la Palabra de Dios.
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