El problema más grave del
hombre de hoy es que ya no siente sed de Dios, es que ha empezado a vivir sin
sentir la necesidad de Dios. El que no siente sed de Dios no busca a Dios,
busca aplacar su sed en otros manantiales distintos de Dios. Por eso es muy importante que
tengamos sed de Dios, hambre y sed de Dios. El agua que Dios
nos da, y que se convierte dentro de nosotros en un surtidor que salta hasta la
vida eterna, es el amor.
La Oración incluye:
Jornada por la Vida 2014.- ¡Sí a la Vida! Esperanza ante la crisis.
El
derecho a la vida viene relativizado por otros mal llamados “derechos”,
impuestos despóticamente en nombre del progreso. Resuenan las valientes
palabras del papa Francisco «No es progresista pretender resolver los problemas
eliminando una vida humana», como un aldabonazo a nuestros corazones,
urgiéndonos a una decidida y valiente defensa de la vida. Defender y valorar la
vida supone un avance en esta sociedad que se diluye en falsas ideologías que
subyugan la libertad.
Puedes descargarla en el siguiente enlace:
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